Jutba pronunciada en Sevilla, en la llamada "Mezquita de los Andaluces", el 23 de marzo de 2012

1ª Parte: Sobre el significado de la shahada

لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ

la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin

No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.

اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء

alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i

Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.

اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ

alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda

Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra

وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ

ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati

y no necesitó ayudante cuando creó los seres.

للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد

Allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin

Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad

وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ

ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi

y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,

وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا

ua sallama tasliman kaziran

y les otorgue abundante Paz.

صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ

sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina

Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos.

* * *

AS SALAMU ‘ALAIKUM

Está presente entre nosotros un hombre que aún no es musulmán, aunque si Dios quiere cuando termine el Salatul Yumu’a hará shahada. Por su temática a él está dedicado este primer jutba, aunque creo que nunca está de más que los demás recordemos cosas en las que, por supuestamente obvias, a veces no reparemos como es debido.

Dice Allah (SWT) en el Generoso Corán:

بِسْمِ اللهِ الرَّحْمنِ الرَّحِيمِ

قُلْ هُوَ اللَّهُ أَحَدٌ

اللَّهُ الصَّمَدُ

لَمْ يَلِدْ وَلَمْ يُولَدْ

وَلَمْ يَكُن لَّهُ كُفُواً أَحَدٌ

Bismil lahi ar rahman ar rahim

Qul huua Allahu ahad

Allahu assamad

lam ialid ua lam iulad

ualam iakun lahu kufuuan ahad

«¡En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso!.

Di: Él es Dios, uno.

Dios, eterno.

No ha engendrado ni ha sido engendrado

y no hay otro semejante a Él».

Corán 111

Desde el mismo momento en que la persona pronuncia las frases de la shahada, la manifestación de fe que todos realizamos en el momento de nuestra vida en el aceptamos el Islam, es considerado por la sociedad de los musulmanes como un hermano más. A partir de ese momento al ya musulmán se le borran todos sus pecados anteriores y empieza una nueva vida desde cero, es como si fuera un recién nacido. A partir de ese momento le es obligatorio todo lo que le es obligatorio al resto de los musulmanes, y a partir de ese momento el nuevo musulmán adquiere todos los derechos -menos dos temporalmente- que le son propios a todos los demás musulmanes.

Pero antes de pronunciar las palabras que conforman las shahadatain, esta persona debe tener claro una serie de cosas.

El Islam se fundamenta en tres pilares básicos e ineludibles comunes a todos los musulmanes y que son los que conforman los principios de la creencia (usul al ‘aqaid). Dentro de ellos puede haber matices e incluso derivaciones que son las que generan las diferentes tendencias que existen en el Islam, pero la creencia en la esencia de estos pilares es lo que hace de una persona un musulmán, es lo que nos distingue del resto de la humanidad, de manera que reconocer esto, reconocer la creencia en estos tres pilares fundamentales, es el paso previo e ineludible, para poder realizar la shahada.

Si reparamos en ellos, estos tres fundamentos a su vez son los que marcan el curso de nuestra existencia; de dónde venimos, hacia dónde vamos, y a través de cómo llegamos allí; es decir, venimos de Allah (SWT) (Tauhid), nos dirigimos hacia la otra vida (Maadh), y lo hacemos por el camino que nos marcó Muhammad Rasulullah (PBd) (Nubuuat).

Tauhid (Unicidad de Allah)

De acuerdo con la creencia en el Islam, cada persona juiciosa, según la capacidad de su intelecto, debe buscar y adquirir el conocimiento sobre su Creador, creer en su unidad y divinidad y no asociarle ningún compañero en su Señorío. También debe tener certeza de que la creación, el sustento, la vida y la muerte son gobernadas sólo por Allah el Altísimo, Él es la causa última. Nada ni nadie tiene influencia sobre la existencia sino Allah. Sólo Él maneja todas las cosas y lo hace sin ningún tipo de ayuda.

Tanto en la obediencia como en la adoración a Allah (SWT), la sinceridad es obligatoria. Si alguien adora a otro que no sea Allah o adora a otro junto al Altísimo, o considera que la devoción hacia cualquier otro que no sea Él es un medio para acercarse a Allah, es un incrédulo. Es ilícito adorar u obedecer a otro distinto de Allah el Altísimo.

Este es, en forma resumida, el primer fundamento de la creencia islámica.

Nubuuat (Profecía)

En el Islam creemos que todos los Profetas (P) mencionados en el Sagrado Corán son mensajeros de Allah y sus nobles siervos. Ellos han sido enviados para invitar a la creación hacia la verdad. Nuestro Profeta Muhammad (PBd), es un profeta auténtico y verdadero. Allah lo declaró Profeta y obró milagros, siendo el mayor de ellos el Sagrado Corán, el glorioso Libro que distingue entre la verdad y la falsedad, y que continuará existiendo hasta el Día de la Resurrección.

Creemos que el Profeta Muhammad (PBd) es el Sello de la Profecía, el último de los enviados celestiales como el rango supremo de todos los Profetas (P).

Del mismo modo que Allah comenzó a registrar el Sagrado Corán con Su Nombre, Alabado sea, comenzó la génesis de la creación del universo con el nombre del más noble de esa creación, el del Profeta Muhammad (PBd), cuya luz divina fue creada antes que todos los demás Profetas (P). El propio Profeta Muhammad (PBd) ha dicho:

“La primera manifestación que Allah creó, después de la cual comenzó la génesis del universo, fue mi luz”.

“Usul al Kafi”, vol. I, pag. 239

Creemos que el Profeta Muhammad (PBd) fue absolutamente infalible, libre de todo pecado y desvío y que a lo largo de su vida no cometió ni siquiera una desobediencia, actuando siempre de acuerdo a la complacencia de Allah, incluso antes de su designación para la misión profética. Todos los Profetas (P) fueron infalibles y estuvieron libres de todo defecto, pecado, negligencia y olvido en sus acciones y palabras desde su más tierna infancia hasta su muerte, porque si hubieran cometido un pecado o un error habrían perdido su posición de confianza en los corazones de la gente, y de esta manera los beneficios de la Profecía se habrían borrado para siempre.

Maadh (Resurrección)

Todos los musulmanes creemos que el Altísimo volverá a la vida a la gente para el recuento de sus acciones y el castigo o la recompensa por las mismas en el Día del juicio. La creencia en la resurrección implica la creencia fundamental en la aparición de cada ser humano ante Allah bajo la misma forma que él tenía en la tierra.

Ciertamente Allah, elevado sea, resucitará los cuerpos extinguidos tal y como fueron en este mundo para restituir sus derechos a quienes les eran debidos. La resurrección de los muertos no es algo inconcebible y los Profetas (P) nos han informado de ello. Él Sagrado Corán está lleno de aleyas que hablan de la resurrección, y no hay posibilidad alguna de interpretarla de ninguna otra manera.

Los musulmanes creemos en todo lo que figura en el Sagrado Corán, y en él todo lo referente a la resurrección ha sido ampliamente informado.

Finalmente en el Islam creemos que todos, desde Adan (P) hasta el final de los tiempos, estamos sujetos a recibir castigo o recompensa de acuerdo a nuestras acciones y nadie está exento de ello por ninguna condición especial. Las buenas acciones serán recompensadas y las malas acciones obtendrán el castigo, tal como nos dice Allah (SWT) en su Libro:

فَمَن يَعْمَلْ مِثْقَالَ ذَرَّةٍ خَيْراً يَرَهُ

وَمَن يَعْمَلْ مِثْقَالَ ذَرَّةٍ شَراًّ يَرَهُ

Faman ia’mal mizqala tharratin jairan iarahu

Wa man ia’mal mizqala tharratin sharran iarahu.

«Así pues, quien haga el peso de un átomo de bien, lo verá. Y quien haga el peso de un átomo de mal, lo verá».

Corán, 99:7-8

Estos son los fundamentos, los pilares del Islam. Pero el musulmán además de creer en ellos, también debe realizar unas prácticas y acciones que son obligatorias, pero que no hay que confundir con la creencia, con los fundamentos, sino que son como las ramas del árbol cuyas raíces son los principios de la creencia antes mencionados.

Las prácticas y acciones obligatorias para el musulmán son muchas, pero las principales son las que voy a enumerar seguidamente:

As-salat (Oración)

Todo musulmán sea hombre o mujer, desde el momento en que llega a la pubertad, o desde el momento que realiza la shahada en el caso de los conversos, debe realizar cinco oraciones cada día en unos momentos determinados. Para realizarlas, en primer lugar debe realizar la ablución (al-wudu), luego situarse en dirección a Meca y poner la intención de que está por realizar la oración específica de ese momento con el fin de aproximarse a Allah (SWT), y mantener esta intención durante toda la oración.

As-Saum (Ayuno)

El segundo acto de adoración es el ayuno en el mes de Ramadán, el noveno mes del calendario islámico.

En este mes todo musulmán que reúna las condiciones antes mencionadas debe abstenerse de comer, beber y de tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol. Al igual que cualquier otro acto de adoración, el ayuno debe ser realizado con una intención pura, es decir, debe ser realizado solamente por Allah y para lograr la proximidad a Él.

Al-Hayy (Peregrinación a Meca)

Todo musulmán con capacidad física y económica, debe realizar la peregrinación a Meca aunque sea una vez en su vida, en el mes de Dhul Hiyyah, el doceavo mes del calendario islámico.

En Meca está situada la mezquita más importante para los musulmanes de todo el mundo; Masyid Al-Haram (La Mezquita Inviolable), en la cual se encuentra la Ka‘bah, hacia donde todos los musulmanes orientamos nuestros rostros y nuestros cuerpos durante nuestras oraciones.

La Ka‘bah es una construcción cúbica y simple construida por el profeta Ibrahim (P) y su hijo, el profeta Ismael (P), sobre los cimientos de lo que originalmente había sido construido por el profeta Adán (P).

El Hayy está repleto de inolvidables experiencias. Entre ellas, quizás las más destacadas sean el desinterés, la hermandad, la igualdad y la simplicidad. Cada año millones de musulmanes de diferentes continentes dejan sus hogares, sus familias, sus ocupaciones y todo lo que es querido para ellos y emprenden su viaje hacia Meca. Los peregrinos deben acudir a los mismos lugares, en el mismo momento, usando todos las mismas ropas y realizando los mismos ritos.

El rico y el pobre, el rey y el común de la gente, deben todos pararse hombro a hombro usando como vestimenta simplemente dos piezas de tela blanca. Esto es algo que todos deben experimentar aunque sea una vez en su vida, y luego tratar de implementar ello en su vida diaria.

Az-Zakat

La caridad con el necesitado es altamente recomendada en el Sagrado Corán y en la tradición islámica, y la recompensa por realizar estos actos es enorme.

Además de la caridad voluntaria, hay ciertos tipos de dádivas que son obligatorias. Por ejemplo el zakat, un impuesto que representa un pequeño porcentaje sobre la riqueza que producen determinados artículos. Pagar el zakat no es un regalo para los necesitados, sino que es un derecho de los mismos que debe ser observado.

Dijo el Imam ‘Ali (P):

“Allah, Glorificado sea, ha fijado el sustento de los indigentes en la riqueza del rico. Consecuentemente, cuando un indigente permanece hambriento, es porque algunas personas ricas le han negado su parte”.

Pagar el zakat es un acto de adoración, por lo tanto éste debe ser llevado a cabo por la causa de Allah. De este modo, el zakat no solo ayuda al necesitado y contribuye al establecimiento de la justicia y desarrollo social, sino que también purifica el alma de aquellos que lo pagan, de la avaricia y la codicia.

Al-Jums (Quinto)

Este es otro impuesto obligatorio, que desgraciadamente la mayoría de los musulmanes han dejado de practicar, quedando restringido prácticamente sólo a los seguidores de Ahlul Bait (P). Este impuesto asciende al 20% del beneficio excedente que gana la persona anualmente. Al final de cada año financiero de cada uno, todo musulmán debe pagar el 20% de todas sus ganancias después de restar los gastos del hogar y comerciales.

La obligación de pagar el jums ha sido mencionada en el Generoso Corán:

وَاعْلَمُوا أَنَّمَا غَنِمْتُم مِّن شَيْءٍ فَأَنَّ لِلَّهِ خُمُسَهُ وَلِلرَّسُولِ وَلِذِي القُرْبَى وَالْيَتَامَى وَالْمَسَاكِينِ وَابْنِ السَّبِيلِ إِن كُنتُمْ آمَنتُم بِاللَّهِ وَمَا أَنزَلْنَا عَلَى عَبْدِنَا يَوْمَ الفُرْقَانِ يَوْمَ التَقَى الجَمْعَانِ وَاللَّهُ عَلَى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ

Ua’lamu annama ghanimtum min shai’in faanna lillahi jumusahu ualilrrasuli ualithu alqurba uaaliatama uaalmasakini uaibni assabili in kuntum amantum billahi uama anzalna ‘ala ‘abdina iauma alfurqani iauma iltaqa alyam’ani uallahu ‘ala kulli shai-in qadir

«Y sabed que, de todo botín que obtengáis, una quinta parte pertenece a Dios, al Mensajero y a su familia, a los huérfanos, a los necesitados y a los viajeros, si creéis en Allah y en lo que Nosotros hicimos descender para Nuestro siervo el Día del Criterio, el día en que se encontraron los dos ejércitos, pues Allah tiene poder sobre todas las cosas».

Corán 8:41

Quienes han dejado de practicar el pago del jums alegan que este sólo se refiere al botín de guerra.

Al-Yihad (Esfuerzo supremo)

Todo musulmán debe luchar tenazmente y esforzarse por la causa de Allah de diferentes maneras para hacer mejoras en la vida de los seres humanos en general y en su vida individual en particular.

Ser indiferente a las catástrofes humanas o ser ocioso en la vida personal es reprobado en el Islam. Un aspecto importante de esta lucha (yihad) es defender los derechos humanos y los valores islámicos tales como tales como la libertad, la justicia, la dignidad y la integridad de una nación musulmana.

Por supuesto, el yihad también incluye casos más personales en los cuales la familia, la propiedad o la reputación de uno han sido puestas en peligro, usurpadas o dañadas. De acuerdo a los hadices islámicos, quien es asesinado mientras defendía a su familia o sus propiedades es considerado como un combatiente que es martirizado en el campo de batalla.

Obviamente, siempre ha existido un yihad real desde los albores de la creación de la humanidad, entre el bien y el mal, la verdad y la falsedad, y entre el partido de Allah y el partido de Shaitán. Esta batalla continuará hasta el momento en que la Tierra sea llenada de justicia y sean distribuidos justamente todos los recursos bajo el mandato del Imam Mahdi (P), ¡que Allah apresure su reaparición!.

Ya sea que el yihad sea llevado a cabo con la pluma, con la lengua, con un arma o mediante cualquier otro medio, es un acto de adoración, y debe ser llevado a cabo con la más pura intención, es decir, solo por Allah y por Sus justas causas.

El yihad comienza dentro del alma del muyahid (el combatiente). Para asegurarse de que puede ganar la batalla externa en contra del mal, debe luchar primero contra sus propios bajos deseos y pasiones mundanas, liberar su propio corazón de cualquier posesión demoniaca y recuperar la dignidad y honor que Allah, el Altísimo, ha conferido a los seres humanos.

De acuerdo a un famoso hadiz, en cierta ocasión el Profeta Muhammad (PBd) dijo a un grupo de sus compañeros que habían ganado una batalla: “Bienvenida a la gente que ha completado el yihad menor (al-yihad al-asgar) y para quien todavía está pendiente el yihad mayor (al-yihad al-akbar)”. Sorprendidos, los Compañeros que habían derrotado al enemigo y que no habían dudado en arriesgar sus propias vidas por defender el Islam, preguntaron: “¿Cuál es el yihad mayor?”. El Profeta Muhammad (PBd) respondió: El yihad mayor es luchar contra nosotros mismos, contra nuestras almas”.

Este es el mayor y el más dificultoso yihad.

‘Amr bil ma’ruf ua nahi ‘anil munkar (Encomendar el bien e impedir el mal)

Este es un acto de adoración que todo musulmán ha de realizar cada vez que sea posible, pues ningún musulmán debe permanecer indiferente a lo que sucede en el mundo que lo rodea.

Parte de las responsabilidades sociales de cada musulmán es observar los valores humanos y religiosos, y cada vez que alguno de ellos es pasado por alto o violado deliberadamente, debe aconsejar y orientar a los responsables de dicha contravención hacia la realización del bien y contra la perpetración de actos malos y pecaminosos.

Encomendar el bien e impedir el mal es obligatorio y sumamente importante, pero realizarlo viene condicionado a que exista una posibilidad de que nuestras advertencias sean efectivas, y el que el hacerlo no nos acaree daños.

El Imam ‘Ali (P) ha dicho:

“¿Sabéis por qué Allah castigó a las naciones precedentes?. Fue porque abandonaron imponer a los otros las buenas acciones y prohibirles el vicio y el pecado. Él castiga tanto al sabio como al necio por sus pecados de obra y omisión”.

Sin embargo, desgraciadamente, muy poca gente actúa en la actualidad conforme a estas instrucciones, El Imam Muhammad Baqir (P) ha dicho:

“Llegará un tiempo en que la gente ni exhortará a otros a realizar buenas acciones ni les disuadirá de las malas acciones. Mientras sepan que no sufrirán ningún daño se proporcionarán excusas. Entonces se completará la cólera de Allah sobre ellos y el castigo de Allah los aniquilará”.

Esta tradición muestra el estado de los musulmanes de nuestros días, porque muchos han abandonado el deber de imponer el bien y disuadir a los otros de cometer actos prohibidos. Por esta razón están siendo atacados por los infieles. Estos infieles les han arrebatado sus riquezas, han ocupado sus territorios, tienen poder político y económico sobre ellos y se han entrometido en su religión. Los musulmanes se han visto sometidos a la humillación porque han ignorado el modo de vida islámica, que en el pasado les proporcionó una era de prosperidad y éxito respetando fielmente la ley islámica.

Estas prácticas y acciones obligatorias, como otras no citadas aquí, así como las prácticas voluntarias, no son un fin en sí mismas, sino simplemente un medio junto a la creencia, a través de cual llegar al verdadero objetivo del Islam, que no es otro sino perfeccionar nuestra moral, perfeccionar nuestras almas. Recordemos las palabras al respecto pronunciadas por Profeta del Islam (PBd) cuando dijo:

“Fui enviado como Profeta únicamente para perfeccionar las virtudes del carácter”.

La fe no es en sí requerida por Allah por ella misma, las prácticas en sí no son requeridas por Allah por ellas mismas, sino que lo son como una herramienta para alcanzar un estado de moral, un estado de perfección humana, y como ellas son el camino para poder alcanzar este objetivo, es por lo que Allah (SWT) nos las hace obligatorias.

Estas son resumidas las bases mínimas que todos debemos tener claras antes de pronunciar nuestra shahada, y las que debemos mantener vivas día a día durante toda nuestra vida.

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UAL ‘ASR...

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2ª Parte: Repaso a los acontecimientos de los últimos días.

اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،

Allahumma ini aftatihu azzana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaka anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi maudhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.

¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.

اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِسِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ

Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi risalatika.

¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.

¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.

وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ

Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.

Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.

وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ

Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.

Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.

وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً

Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.

Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.

¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.

* * *

Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme. E igualmente, seamos ordenados en nuestros asuntos.

Realicemos en este segundo jutba un rápido repaso a los principales acontecimiento ocurridos en nuestro mundo islámico en las últimas semanas, y que no han sido pocos.

Hemos sido testigos del enésimo bombardeo sionista sobre gaza, el enésimo bombardeo que junto a los cohetes, bombas y misiles sionistas, arrojaron contra Gaza una nueva andanada de indiferencia general. Más significativa aún, en aquellos que tanto dicen preocuparse por los supuestos sufrimientos que el guion de la política americano-sionista marca que padecen los pueblos cuyos gobiernos esta política ansía derribar. Hemos visto como las decenas de víctimas de estos bombardeos una vez más son un desfile de muertos anónimos, tal vez porque sus nombres no han sido incluidos en los títulos de crédito de Hollywood o de la última producción de los estudios cinematográficos de Al Jazeera en Doha.

Hemos sido testigos de otra nueva matanza de civiles afganos a manos de las fuerzas de ocupación estadounidenses, y de cómo una vez más se ha querido echar tierra sobre ella, responsabilizando a un único individuo, como no, supuestamente afectado por problemas personales, a pesar de que los testigos afirman que en esa masacre participaron más de dos docenas de militares americanos. Hemos visto como una vez más se ha usurpado al pueblo afgano, como en casos similares al pueblo iraquí o a cualquier otro pueblo sobre el que las legiones imperiales descargan su furia criminal, del más mínimo derecho a la justicia, negándose los EE.UU. a entregar a ninguno de los asesinos implicados, y repatriando rápidamente al sargento responsabilizado, para, en todo caso si es necesario guardar las apariencias, hacerlo pasar por un tribunal militar americano, donde será tratado con la misma dureza que recientemente se trató al también sargento Frank Wuterich, responsable del asesinato en 2005 de 24 civiles iraquíes, la mayoría también mujeres y niños, y cuyo castigo por esos crímenes se redujo a la pena de tres meses de prisión, la pérdida de dos tercios de su sueldo durante esos tres meses y la degradación de su rango.

Hemos sido testigos del primer aniversario del comienzo de los disturbios en Siria, que pese al gran esfuerzo realizado a través de todo tipo de medios por la política americano-sionista, y la de sus países cómplices, para presentarnos lo que ocurre en Siria como una insurrección popular contra la que se ejerce una brutal represión, cada día que pasa es más evidente que lo que ocurre en Siria simplemente es fruto de una conspiración internacional para derrocar a un gobierno incómodo.

Si no fuera por lo trágico de las muertes y la destrucción que se han provocado en este último año, causaría risa el hecho de ver a regímenes tan siniestros como el de Arabia Saudí o el de Qatar autoerigirse en adalides de una libertad y una justicia que no permiten a sus propios pueblos. Causaría risa ver a grupos tan fanáticos y funestos como los wahabo-sálafis autoerigirse en caudillos de la lucha por una libertad religiosa en la que no creen. Causaría risa ver a sujetos como Yusuf Al-Qaradawi que tanto brama desde sus púlpitos y mimbares contra la supuesta tiranía del gobierno sirio, mientras al mismo tiempo es lisonjero y adulador de toda monarquía del golfo que se cruce en su camino, por tétrica que esta sea. Causaría risa ver a esos autoproclamados líderes de la “oposición al régimen” que se erigen en paladines de la Nación Siria, cuando no tienen el más mínimo escrúpulo en ponerse al servicio de los EE.UU. y del ente sionista de Israel. Causaría risa ver a medios de difusión como Al-Jazeera o Al-Arabiya autoerigirse en líderes de la libertad de expresión y de información en Siria, cuando raro es el día que no se demuestra incluso con imágenes, no ya que sean tendenciosos en su información, sino que directamente manipulan y fabrican noticias con las que alentar el odio hacia el gobierno sirio, mientras que ante otras revueltas, en lugares un poco menos convenientes como Bahrein, guardan un absoluto cómplice y criminal silencio. Causaría risa ver a la patética Liga Árabe hablar de arabidad, cuando sólo son capaces de estar unidos como una piña para cumplir con los deseos de los EE.UU. y el ente sionista de Israel, mientras que jamás son capaces de estar de acuerdo por sí mismos ni tan siquiera para ayudar a un pueblo árabe oprimido durante décadas como lo es el pueblo palestino. Esa Liga Árabe que no duda en pedir abiertamente el envío de armas y financiación para los mercenarios que luchan contra el gobierno de Siria, no es capaz de poner ni una sola bala ni un solo euro en manos de la resistencia palestina para su lucha contra la ocupación sionista.

Si no fuera por lo trágico de las muertes y la destrucción que se han provocado en este último año, serían muchas las cosas que podrían causarnos risa. Pero hay algo que no nos haría reír, la actitud de los gobiernos y medios de difusión occidentales cómplices -aunque a ellos les gusta llamarse aliados- de la política de los EE.UU. y del ente sionista de Israel. Y no nos causaría risa simplemente porque el chiste de su hipocresía y de sus dobles raseros lo hemos oído ya tantas veces que no puede causarnos sorpresa alguna.

Y finalmente hemos sido testigos también de como la cerrazón criminal salafista ha golpeado cerca de nosotros, como la cerrazón criminal salafista ha llegado a Europa.

Estamos acostumbrados a ver la realidad del terrorismo wahabo-salafi en lugares como Pakistán, Afganistán o Iraq, y últimamente también en Siria, donde este terrorismo está al orden del día y donde cada año cientos de musulmanes shi’as son martirizados por estos criminales en mezquitas, peregrinaciones o mercados. Pero en Europa esto es algo nuevo; hasta ahora todo había quedado en violentas arengas antishi’as en los centros controlados por estos depravados, propaganda difamatoria en Internet o como mucho amenazas, pero el atentado contra la mezquita Imam Rida (P) de Bruselas, la principal de las cuatro mezquitas shi’as con las que cuenta la capital belga, y el martirio de su Imam, el Huyyatulislam wal muslimin Sheij Abdullah Dahduh, representa un peligroso salto cualitativo que las autoridades policiales del continente debieran tener muy en cuenta. No se trata de cohibir la libertad religiosa ni personal de los musulmanes sean de la escuela o tendencia que sean, no, hay que saber diferenciar. De lo que se trata es de la necesidad de perseguir a los criminales, ya sean materiales o intelectuales -y los de este tipo son fácilmente localizables-, y no, como desgraciadamente ocurre en algunos casos, ampararlos por determinados intereses políticos.

Es lamentable que en el mismo día que los sionistas bombardean Gaza una vez más, o que miembros del ejército estadounidense cometen una nueva masacre contra civiles indefensos en Afganistán, unos lunáticos que quieren arrogarse el Islam como propiedad exclusiva, se dediquen a quemar mezquitas y a matar a otros musulmanes.

Es una lástima que el dinero saudí y las conveniencias políticas hayan favorecido la proliferación de estos grupos. Y es una lástima para todos los musulmanes, no sólo para los shi’as sino también y tal vez principalmente los para sunnis cuya imagen han fagocitado estos miserables, pues lo único que estos canallas han aportado al Islam además de muerte y destrucción es, hacia dentro desunión y hacia fuera empañar y tergiversar la verdadera imagen y el verdadero mensaje de la religión del profeta Muhammad (PBd).

Alabado sea Allah al principio y al final.

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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.

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KUL HUA...

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Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.

Allahumma enriquece a todo pobre.

Allahumma sacia a todo hambriento.

Allahumma viste a todos los desnudos.

Allahumma salda la deuda de todo deudor.

Allahumma consuela a todos los entristecidos.

Allahumma retorna a todos los extraviados.

Allahumma libra a todo prisionero.

Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.

Allahumma da curación a todos los enfermos.

Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.

Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.

Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y protégenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.

Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.

Allahumma infunde temor ante la opresión sobre Tus siervos. Asiste a aquellos que no encuentran protector salvo en Ti. Restablece lo que fue alterado de los dictámenes de Tu Libro. Fortalece lo que procede del mensaje de Tu religión, así como la Tradición que procede de Tu Profeta (PBd).

Allahumma ayuda a todos aquellos que combaten verdaderamente en tu nombre y por tu causa y otórgales la victoria.

Allahumma, apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P), que nuestras almas y las de todos en el universo se sacrifiquen por él, e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Aamiim.

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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz